Marisol Arrieta, sentimiento, verdad y amor por la naturaleza
Pictograma acoge la exposición de Pintura, grabado y escultura de luz
La sala de arte Pictograma (plaza Muralla Liberal, 1) de Castellón expone estos días la exposición de la joven artista castellonense Marisol Arrieta. Aunque Arrieta había participado en algunas exposiciones colectivas en esta sala, ésta es la primera ocasión que acude en solitario. Formada en Bellas Artes por la académica facultad de Sevilla, Arrieta ha ampliado sus estudios con numerosos cursos y becas. De hecho, esta pintora participó en la primera convocatoria de las becas Hàbitat Artístic convocadas por el ayuntamiento de Castellón. En esta ocasión Arrieta muestra sus últimos trabajos en pintura, grabado y escultura de luz.
La exposición que podemos ver en Pictograma aborda las tres técnicas que Arrieta viene trabajando desde hace algunos años. Como ella misma confiesa, pintura, grabado y escultura de luz forman un todo, un conjunto que trabaja siempre de forma intercalada. En el caso de la pintura encontramos una carga autobiográfica en la casi omnipresencia de la figura femenina. El mundo onírico también es un tema recurrente. Arrieta asegura que durmiendo somos capaces de regenerarnos y encontrar ese punto de lucidez que no siempre aparece en vigilia. Sus cuadros desprenden una dulzura y una paz que son una constante en toda su obra y su persona. Elementos como las flores o las mariposas potencian la belleza y sensibilidad de la obra. Si hablamos de escultura y grabado las referencias orgánicas son claras. La fuente de inspiración es siempre la naturaleza. Las esculturas de papel con esa iluminación cálida y sus atractivos volúmenes representan mullidos cojines, rocas o caracolas que recuerdan las crisálidas de las mariposas con su ciclo vital, fondos marinos u órganos del cuerpo. Los órganos de las sensaciones, -corazón, cerebro y pulmones-, se asoman a su obra para hablarnos de los suspiros, del amor, la melancolía y, por encima de todo, de felicidad. Completan la exposición un corpus de obra gráfica de punta seca y xilografía con las mismas referencias.
Marisol Arrieta no gusta de poner títulos a sus exposiciones par no condicionar al espectador y así permitir que este pueda sacar sus propias conclusiones. Sin embargo, el público coincide siempre en captar su amor por la naturaleza y los sentimientos. La obra de Arrieta es intuitiva y verdadera, no por el hecho de ser autobiográfica sino por la sinceridad y el respeto con los que aborda el oficio de artista.
La exposición ‘Pintura, grabado, escultura de luz’ de Marisol Arrieta podrá visitarse en la sala de arte Pictograma hasta el próximo 31 de enero en horario de lunes a sábado de 11.30 a 13.30 y de 18.30 a 21.00 horas.
Pictograma acoge la exposición de Pintura, grabado y escultura de luz
La sala de arte Pictograma (plaza Muralla Liberal, 1) de Castellón expone estos días la exposición de la joven artista castellonense Marisol Arrieta. Aunque Arrieta había participado en algunas exposiciones colectivas en esta sala, ésta es la primera ocasión que acude en solitario. Formada en Bellas Artes por la académica facultad de Sevilla, Arrieta ha ampliado sus estudios con numerosos cursos y becas. De hecho, esta pintora participó en la primera convocatoria de las becas Hàbitat Artístic convocadas por el ayuntamiento de Castellón. En esta ocasión Arrieta muestra sus últimos trabajos en pintura, grabado y escultura de luz.
La exposición que podemos ver en Pictograma aborda las tres técnicas que Arrieta viene trabajando desde hace algunos años. Como ella misma confiesa, pintura, grabado y escultura de luz forman un todo, un conjunto que trabaja siempre de forma intercalada. En el caso de la pintura encontramos una carga autobiográfica en la casi omnipresencia de la figura femenina. El mundo onírico también es un tema recurrente. Arrieta asegura que durmiendo somos capaces de regenerarnos y encontrar ese punto de lucidez que no siempre aparece en vigilia. Sus cuadros desprenden una dulzura y una paz que son una constante en toda su obra y su persona. Elementos como las flores o las mariposas potencian la belleza y sensibilidad de la obra. Si hablamos de escultura y grabado las referencias orgánicas son claras. La fuente de inspiración es siempre la naturaleza. Las esculturas de papel con esa iluminación cálida y sus atractivos volúmenes representan mullidos cojines, rocas o caracolas que recuerdan las crisálidas de las mariposas con su ciclo vital, fondos marinos u órganos del cuerpo. Los órganos de las sensaciones, -corazón, cerebro y pulmones-, se asoman a su obra para hablarnos de los suspiros, del amor, la melancolía y, por encima de todo, de felicidad. Completan la exposición un corpus de obra gráfica de punta seca y xilografía con las mismas referencias.
Marisol Arrieta no gusta de poner títulos a sus exposiciones par no condicionar al espectador y así permitir que este pueda sacar sus propias conclusiones. Sin embargo, el público coincide siempre en captar su amor por la naturaleza y los sentimientos. La obra de Arrieta es intuitiva y verdadera, no por el hecho de ser autobiográfica sino por la sinceridad y el respeto con los que aborda el oficio de artista.
La exposición ‘Pintura, grabado, escultura de luz’ de Marisol Arrieta podrá visitarse en la sala de arte Pictograma hasta el próximo 31 de enero en horario de lunes a sábado de 11.30 a 13.30 y de 18.30 a 21.00 horas.
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