El proyecto de dinamización comunitaria Ciudad Feliz sigue dando pasos en su desarrollo y consolidación. Prueba de ello es la inauguración esta semana de su nueva sede en el Camí Vell del Serradal, en el Grau de Castelló. Su impulsor Rafa Gallent reunió a un grupo de amigos y miembros de la asociación para mostrarles el espacio de trabajo en el que Ciudad Feliz persigue un crecimiento orgánico y multigeneracional.
Asimismo, Gallent anunció la intención del colectivo de donar una escultura urbana con las reconocibles casitas de madera al municipio de Almassora, donde han reunido más de 700 participantes de diferentes centros y de todas las edades. La pieza de 4,24 metros de altura y un peso de 2,500 kg está realizada con hormigón, arcilla expandida y pintura de exterior y será un símbolo de la democratización del arte.
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