La tarde lluviosa de ayer bautizó el último poemario de la poeta de Vinaròs María Auxiliadora Fonellosa, ‘Ángeles de papel’, presentado en la librería Babel de Castelló.
Visiblemente emocionada, María Fonellosa recordó que el libro dedicado en un primer momento a la pandemia mudó su sentido hace algunos meses por la pérdida de su entrañable amigo y también poeta, Vicente Enguidanos Garrido, autor de las ilustraciones.
La emotividad estuvo latente en todo el acto que contó con la participación de muchos amigos. Natalia Royo (UNEE), Beatriz Belinchón (UNEE), Julio Alcalà, Rafa Velasco, María Roca y la escritora Marisol Brenchat recitaron algunos de los poemas contenidos en el volumen.
Otras intervenciones corrieron a cargo de Patricia Mir, autora del prólogo, y Víctor Vázquez, presidente de ALCAP, que sorprendió con unas sentidas palabras dedicadas al inolvidable Enguidanos Garrido.
Por su parte, Natalia Royo leyó las palabras de la presentadora del acto Eva Barrés (presidenta de la asociación AEDAL), ausente por motivos de agenda, en los que explicó que la obra “está basada en un conjunto de poesías narrativas de corte intimista donde nos cuenta sus sentimientos más profundos: el amor siempre presente, la alegría, la tristeza, la indignación, la ausencia… una serie de emociones que contrastan las unas con las otras. Sentimientos descritos desde la sencillez, la libertad estilística, sin normas, solo atendiendo a la riqueza lírica y a la sonoridad léxica. Un diario emocional donde nos describe sus vivencias”.
La autora también recalcó la importancia de la infancia en este poemario porque los niños representan “la ternura que nos da el sentirnos vivos”.
Respecto a las ilustraciones de Enguidanos Garrido, fue Patricia Mir como crítica de arte la encargada de describir los sencillos dibujos pintados en servilletas de papel.
Mir explicó que “este universo legendario marida a la perfección con las criaturas que asoman en los dibujos coloristas del artista valenciano Vicente Enguídanos Garrido. En ocasiones descubrimos formas orgánicas segmentada muchas veces en masas de color. En otras parecen animales más o menos reconocibles, o apenas fragmentos como rostros, manos, bocas abiertas y ojos. Y en la mayoría de los casos son formas inconexas y manchas abstractas.
Son dibujos intuitivos, puramente emocionales donde el artista juega con lo onírico y lo trascendental. Obras que, al igual que los poemas, cuentan mucho más de lo que parecen a simple vista. Su primitivismo nos retrotrae de nuevo a la infancia”.
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