Soldevila exquisito

El artista murciano Paco Soldevila estrena la recién inaugurada sala José Andrés Ferrer

El reconocido escultor Paco Soldevila ha sido el artista escogido por la galería de arte José Andrés Ferrer Roig para estrenar su nuevo espacio en la calle de Cirilo Amorós, 88. Las pinturas y esculturas de este artista murciano se muestran perfectamente casadas con antigüedades y firmas de la vanguardia clásica como Miró, Picasso, Chillida, Tàpies, Julio González, Manolo Valdés, Miquel Barceló o el Equipo Crónica, entre otros.

Paco López Soldevila regresa a Valencia, la ciudad que le ha visto creer como artista al amparo de la Facultad de Bellas Artes. Es por eso que algunas de sus pinturas están dedicadas a edificios emblemáticos de la capital del Túria, sin olvidar la serie que dedica a la encantadora Venecia.

El capítulo que más atracción despierta es, sin duda, la escultura. Cerca de diez años de investigación en busca de un lenguaje propio han dado como resultado una escultura que sorprende por el ensamblaje de materiales raramente vistos en la plástica tradicional. El espectador descubre una talla preciosista y minuciosa al detalle con la piedra y la madera como materiales nobles. La sustancia pétrea es bella en sí misma gracias al cromatismo del amaranto, el jabón del Brasil, las serpentinas, los alabastros, ágatas, etc. que se fusionan con maderas como el marfil rojo o el cedro. Especialmente interesantes son las piezas de pequeñas dimensiones en forma de tótem que se levantan como un canto a la naturaleza, sin artificios ni modas pasajeras. Pensadas para ver y tocar. No en vano algunos críticos califican a Soldevila de ‘clásico’. Sus obras escultóricas no tienen título, no poseen mensaje alguno, pues son el resultado del trabajo constante, el dominio de la técnica y los materiales y, sobre todo, la búsqueda incesante de la belleza al dominar la materia transformada.

Autores que bien lo conocen como Francisco Giménez aprecia “un dominio riguroso de los materiales, una voluntad de embellecer el mundo y un afán por perfumar la atmósfera que rodea a sus creaciones del hálito mágico y alegre que emana del artista”; mientras que Mª Ángeles Gutiérrez califica su colección de esculturas como “un tiempo de entrega y definición, el proyecto inequívoco de una pasión arrolladora y la evidencia de quien tiene aún mucho que decir en el ámbito de la creación plástica”.