Cecilia Albert

Muestra de la pintura paisajista de Cecilia Albert
La exposición podrá visitarse en Obturados hasta el 7 de marzo


La pintora y miembro activo del colectivo artístico Amart, Cecilia Albert, expone una muestra de sus últimos paisajes en la sala Obturados (Alloza, 76) de Castellón. La naturaleza como tema, el verde como color y el agua como elemento vivo son su mejor carta de presentación en una serie con un fuerte componente de reflexión ecológica y de reivindicación de la naturaleza como fuente de vida y salud.
Cecilia Albert Monferrer nació en la localidad castellonense de Atzeneta pero a muy temprana edad, -con apenas seis años-, se instaló en la ciudad de Castellón. En la capital de La Plana ejerció su profesión de enfermera y durante más de 20 años trabajó en el servicio de urgencias que dejaría una profunda huella en su modo actual de entender la salud y la vida en general. Cuando estaba pronta su jubilación, Albert decidió dedicar por fin parte de su tiempo libre a su afición por la pintura. Primero con maestros de la talla de José Porcar, José Mingol o Ramón Catalán y, más recientemente, en la escuela Collage con Amaury Suárez, esta artista amateur se inicia en el arte de la pintura. Hoy día puede dedicarse en cuerpo y alma a la pintura, la música y sus estudios en la Universitat de Majors que oferta la UJI. Como ella misma reconoce “cuando llega la jubilación si no haces nada te mueres, y no físicamente, sino en el plano más mental y psicológico”.
Esta muestra es un despliegue de naturaleza viva. Sus paisajes corresponden a escenarios reales que ha visitado la autora y que han provocado vivos sentimientos. Rincones de lugares tan dispares y variopintos como Asturias, la sierra de Madrid, el Sur de Francia, Suiza o la propia Atzeneta. De la naturaleza el aspecto que más le interesa es el agua, con un discurrir lento cuando ocupa un inmenso lago pirenaico o rabioso según el capricho de la orografía “Lo que más me atrae es pintar el agua. El agua es vida, es todo”, le gusta decir.
A nivel simbólico hay, además, toda una serie de connotaciones ecológicas y de compromiso con el medio ambiente. “Procuro reflejar la sensibilidad que tengo con el bosque, que para mí es el templo, y evocar el mito de la Arcadia. El bosque hay que cuidarlo mucho porque en ocasiones lo ignoramos e incluso lo machacamos”, denuncia la pintora. Ese sentimiento latente en sus obras denota un profundo respeto por la naturaleza generosa y llena de misterios donde habitan druidas legendarios que extraen del ecosistema todo su saber. Los conocimientos de medicina por su labor profesional permiten a Cecilia Albert presentar el medio ambiente como una fuente inagotable de vida y bienestar. En sus paisajes no hay basuras acumuladas ni fábricas amenazantes, solo la belleza pura y un silencio sobrecogedor interrumpido únicamente por el lenguaje del agua y el susurro del aire entre las ramas. Sus trabajos tienen tres ingredientes que no pueden faltar; la naturaleza como tema, el verde como color y el agua como elemento vivo.