Pascual Cándido en el CMC
El artista Pascual Cándido presenta esta semana sus acuarelas más recientes ante el público castellonense bajo el poético lema ‘Ipsius Ruris’. El lugar escogido será el Centre Municipal de Cultura de la capital de La Plana el próximo miércoles 5 de noviembre. Al acto de inauguración previsto para las 20.00 horas asistirán el artista, acompañado del edil de Cultura, Vicent Sales. Para referirse a su proyecto el artista emplea estos términos: “Ipsius Ruris es un trabajo que da pie a una nueva serie de acuarelas cuya temática son paisajes mediterráneos en los que se puede apreciar la arquitectura rural. En estas obras la imaginación transita por paisajes imaginarios donde la actividad humana ha dejado su impronta”.
Estas arquitecturas rurales son algo más que un bello paisaje de aguadas bien construidas. Estas casas encaladas rodeadas de flora mediterránea son el testigo mudo de la presencia humana. Núcleos que salpican la geografía costera desde Turquía hasta Andalucía, desde Grecia hasta Marruecos. La no representación de la figura obliga al artista a acudir a este recurso que esconde otra metáfora. Pues, una mirada más atenta revela que este conjunto de casas pertenecen a otro tiempo, sus muros están construidos con el sudor y las manos de muchos hombres y mujeres. Otra lectura, ésta vinculada más al lenguaje plástico, es el empleo del blanco como reflectante de la poderosa luz. Pascual Cándido, reconocido pintor de marinas, muda del mar al blanco para lograr ese reflejo que denota su manejo del estudio lumínico. Estructuras vividas, casas semiderruidas, construcciones de otro tiempo cercano, pero ya agotado. Sobre ese manto blanco los tonalidades primarias en la vida, el azul del cielo y el marrón de la tierra. “La síntesis ligada a los colores”, señala el autor. Incansable investigador esta tríada cromática se enriquece con pequeños acentos de lilas, malvas, grises e incluso rojos que rompen la monotonía. ¿Arquitecturas rurales? No, mucho más. Una ligazón entre el artista y la naturaleza que va más allá de luces y sombras.
Estas arquitecturas rurales son algo más que un bello paisaje de aguadas bien construidas. Estas casas encaladas rodeadas de flora mediterránea son el testigo mudo de la presencia humana. Núcleos que salpican la geografía costera desde Turquía hasta Andalucía, desde Grecia hasta Marruecos. La no representación de la figura obliga al artista a acudir a este recurso que esconde otra metáfora. Pues, una mirada más atenta revela que este conjunto de casas pertenecen a otro tiempo, sus muros están construidos con el sudor y las manos de muchos hombres y mujeres. Otra lectura, ésta vinculada más al lenguaje plástico, es el empleo del blanco como reflectante de la poderosa luz. Pascual Cándido, reconocido pintor de marinas, muda del mar al blanco para lograr ese reflejo que denota su manejo del estudio lumínico. Estructuras vividas, casas semiderruidas, construcciones de otro tiempo cercano, pero ya agotado. Sobre ese manto blanco los tonalidades primarias en la vida, el azul del cielo y el marrón de la tierra. “La síntesis ligada a los colores”, señala el autor. Incansable investigador esta tríada cromática se enriquece con pequeños acentos de lilas, malvas, grises e incluso rojos que rompen la monotonía. ¿Arquitecturas rurales? No, mucho más. Una ligazón entre el artista y la naturaleza que va más allá de luces y sombras.
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